domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 9



Blas y Sheila volvieron junto a los demás sin decir nada de lo que había pasado,  querían asegurarse de lo que sentían el uno por el otro para empezar una relación.  Los ocho juntos pasaron un día estupendo en el SPA.
Mientras que todos se relajaban en las tumbonas, Diana dijo:
-          Chicos, mañana se inicia la feria de nuestro barrio, ¿os venís?
-          Me apunto. – Dijeron Blas y Dani a la vez.
-          ¿Y vosotros? – preguntó Rebeca
-          Hecho  – Dijeron David y Álvaro
-          ¿Tendrán algodón de azúcar? – pregunto Carlos.
-          Si, tranquilo Carlos, eso nunca falta. – Respondió riéndose Sheila.
-          Pues entonces me apunto. -  Dijo Carlos.

El día se acabó, y con ellos llegó el día de la feria.
Blas y Sheila hablaban de vez en cuando de lo ocurrido el día del SPA, pero no sacaban ninguna conclusión. Tras un tarde en la feria, los ocho optaron por irse un rato a la hierba a relajarse. David, Dani, Álvaro y Rebeca se tumbaron y los demás se quedaron sentados.  Estuvieron hablando y riendo hasta que de repente aparecieron Virginia y Miriam:
-          Anda, mira a quién tenemos por aquí. – Dijo Miriam
-          ¿Qué queréis? – preguntó Rebeca.
-          Pasábamos por aquí y nos hemos fijado que el tiempo pasa pero vosotras seguís siendo unas inocentes. – Respondió Miriam
-          ¿Tan amigas sois de estos mequetrefes? – Intervino Virginia.
-          Por vuestro barrio hay mucho bicho pegajoso ¿no? – Preguntó Carlos haciendo reír a las chicas.
-          No entendemos tus bromas rubiales. No intentes hacer gracia, no la tienes. – Dijo Virginia.
-          Ya nos hemos dado cuenta de vuestro cartel que pone: “Cerebros no aptos para conversaciones de adultos, disculpen las molestias” – Dijo Álvaro con un sonrisa en la cara.
-          No te pases, ¡tontolava! – Gritó Miriam
-          ¡Tonta del culo! – Gritó David con un tono de voz de niño pequeño.
-          ¿Qué haces chaval? – Preguntó Virginia
-          Ponerme a vuestro nivel, no quiero que te asustes con nuestras palabras de alto impacto. – le respondió David.
-          Cuando os conocimos teníais más categoría. – Intervino Álvaro.
A todo esto, Blas y las chicas no paraban de reírse.
-          Mira bonito, tengo más categoría de la que te piensas, así que cierra tu preciosa boquita de piñón. – Intervino Miriam
-          ¿Y si no me callo qué pasa? – Respondió con chulería Álvaro.
-          Irán a su mamá llorando. – Se guaseó David.
-          Claro, e irán a por el chupete – Dijo Carlos.
-          ¿Y estás dos chicas son las que nos vinieron amenazando? – Preguntó Blas que no pudo aguantar más la situación.
-          Sí, os acordáis bien. – Respondió Miriam
-          ¡Vosotras! Aquí estorbáis, me quitáis el sol. Ya os podéis marchar. – Dijo Rebeca tumbada en la hierba.
-          Vir, vámonos, aquí estamos rodeadas de panolis. – Dijo Miriam.
Miriam y Virginia se marcharon y todos empezaron a reírse. Diana sin dudarlo, se levantó, cogió dos coca-colas, fue corriendo hacia donde estaban Miriam y Virginia de espalda, y se las derramó sobre las cabezas de ellas.
Los cinco chicos se quedaron atónitos a lo que acababa de hacer Diana. Cuando Diana llegó donde estaban los demás, dijo:
-          Chicos, ¿Nos vamos? No me gusta estar rodeada de gente sucia.

Miriam y Virginia iban hechas unas furias hacia donde los ocho estaban riéndose a carcajadas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario