domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 23

Diana llegó a casa a las 21:00. Cuándo se fue por la tarde, no dio explicaciones de a dónde iba y sabía que ahora, Rebeca y Sheila, la harían un interrogatorio. Nada más llegar a casa, Diana dijo:
- Me voy a duchar, luego hablamos.
Diana fue hacia el baño, necesitaba un ducha. Desde que salió de su casa no había parado de pensar en él, en Carlos.
Carlos aún seguía pensando en Diana y lo que había pasado esa tarde, había sido increíble. De repente, le sonó el móvil, sin mirar quien era lo cogió y pensando que era Diana dijo:
-  ¿Ya me echas de menos? Cuándo quieras, repetimos.
-  Tío soy Dani. ¿A quién le decías eso?
-  ¿Eh? A nadie. ¿Qué querías?
-  Que hemos pensado hacer una cena de chicos, cómo los viejos tiempos. Te hemos estado llamando y no has cogido el móvil. ¿Qué has estado haciendo?
-   Nada, hoy no he estado muy pendiente del móvil.
-   Ya, claro… Anda, vente a casa de David y así de paso vemos el fútbol.
-  Vale, me preparo y voy.
Diana salió de la ducha y fue al salón con Rebeca y Sheila. Cuándo se sentó y vio que no paraban de mirarla, dijo:
-  Ala, ya podéis empezar a preguntar, lo estáis deseando.
-  ¿Segura? – preguntó Sheila.
-  Vais a preguntar de todos modos.
-  ¿Dónde has estado? – preguntó Rebeca.
-  Con unas compañeras de trabajo.
-  No me engañes. Te recuerdo que somos gemelas y noto cuándo mientes. Venga cuenta por qué has desaparecido. – Dijo Rebeca
Diana se sonrojó pensando en la maravillosa tarde junto a Carlos y dijo:
- No digáis nada a nadie, ¿entendido?
- Somos una tumba – Dijo Sheila haciendo que se cerraba la boca con una cremallera.
- Vamos, desembucha… - Dijo Rebeca.
Diana suspiró y empezó a contar:
- Alto, moreno, ojos oscuros, cariñoso, un dios.
-  Aww, es el hombre perfecto. –Dijo Rebeca.
-  Perfecto, perfecto no es. Pero es un amor de chico.
-  ¿Y desde cuándo le conoces? –preguntó Sheila
-   No sé, desde verano estuve hablando con él.
-  ¿Y cómo se llama? - Preguntó Rebeca.
-   Car…melo – Dijo Diana a punto de decir Carlos.
-   ¿Cómo? – preguntó Rebeca.
-  Carmelo - Repitió Diana
-  Dicen que los Carmelos tienen sabor a caramelo. – dijo Sheila
-  ¡Sheila por favor! – Dijeron las gemelas al unísono.
Carlos con una sonrisa llegó a casa de David. Álvaro cuándo le vio dijo:
-  ¿Ya me echas de menos?
-  Cuando quieras repetimos – Se burló también David.
- ¿Qué has hecho esta tarde para decir eso? – Preguntó Blas
-  No os interesa – Dijo Carlos
-  Tu orgullo de macho lo acabará contando. Ahórrate que es por culpa de una chica que eso ya nos lo imaginamos. – Dijo Dani.
-  ¿Cómo es? –Preguntó Álvaro.
-  Rubia, guapísima, cañera… Y no voy a dar más detalles.
- Si es rubia, tiene que ser una diosa. –Dijo David.
- ¿Y cómo se llama? - Preguntó Dani
-  Venga, di… ¿Cómo se llama? –Preguntó Blas
-  Ana.
Los chicos se quedaron hablando de la supuesta Ana, hasta que Dani dijo:
-  Mañana nos vamos de celebración con las chicas.
-   Ni se te ocurra decírselo. – Dijo Carlos
-  ¿Cómo qué no? A ver si alguna de las gemelas va a ir detrás de ti y quiere algo más contigo. Se lo tienes que decir… - Dijo Álvaro
Blas mandó un whatsapp a Sheila:

Blas: Sheila, cariño, avisa  a las gemelas de que mañana nos vamos de celebración.
Sheila: Y eso?
Blas: Carlos ha ligado con una tal Ana.
Sheila: Vale, perfecto. Y así celebramos también que Diana ha empezado una relación con uno que se llama Carmelo.
Blas: 2x1. Perfecto.
Sheila: Por cierto, esto me huele raro. No te parece raro que digan que tienen “pareja” los dos el mismo día?

No hay comentarios:

Publicar un comentario