domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 3



Los chicos no sabían que decir, Carlos intuía que dijeran lo que dijeran, Miriam y Virginia iban a atacarles, y dijo:

-          Y vosotras, ¿por qué habéis aceptado?
-          Una pregunta no se responde con otra pregunta. – Contestó Miriam.
-          Eso. ¿Por qué nos habéis invitado? – Preguntó Virginia.
-          Porque sois muy graciosas, nos habéis juzgado sin conocernos y encima pedís explicaciones. – Dijo Blas
-          En eso llevan razón. Virginia, Miriam les habéis juzgado sin conocerles y encima pedís explicaciones. – Dijo Diana.
-          Pero tenemos razones para pedirlas. Unos chicos que no conocemos de nada invitándonos. ¿Es para pensar mal o no? – Dijo Miriam
-          Si, pero no para atacarles. Pobrecillos. – Dijo Sheila.

Durante toda la tarde, Miriam y Virginia no volvieron a meterse con los chicos y tuvieron todos juntos una buena tarde. Llegaron las 21:00 y Rebeca dijo:

-          Buenos, nosotras nos tenemos que ir ya. Se nos ha hecho tarde. Encantadas.
-          Igualmente. – Dijo David.

Y sin que se enteraran Miriam ni Virginia, Álvaro las dijo:

-          ¿Queréis que sigamos en contacto?
-          Vale. Verás cuando se enteren estas dos – Dijo Diana
-          Tomad nuestros números – Dijo Dani

Apuntaron los números y les mandaron un whatsapp para que guardaran sus números. De vuelta en el metro, Virginia iba con malas caras y Sheila la preguntó:

-          ¿Qué te pasa Virginia?
-          Nada, eso chicos no me dan buena impresión. – Dijo Virginia
-          A mí tampoco. Que sean tan majos y ni siquiera nos conocen es muy raro. – Dijo Miriam
-          Pero chicas, nos acabamos de conocer y son majísimos, tenemos sus números y vamos a volver a quedar. – Dijo Rebeca
-          ¡¿Qué?! – Gritó Miriam – ¿Tenéis sus números? ¡Os habéis vuelto locas!
-          Vosotras estáis mal de la cabeza, no les conocéis de nada y cogéis sus números de teléfono. –dijo Virginia
-          Pues por eso mismo. A nosotras tres nos han caído genial, tenemos sus números porque vamos a volver a quedar con ellos y así les conocemos mejor. – Protestó Diana
-          ¿Y? ¿Pasa algo? Tenemos sus números porque nosotras queremos. Somos libres y creo yo que no estamos haciendo nada malo. – Dijo Rebeca.
-          Pero lo que no entendemos es que no les conocéis de nada y pensáis volver a quedar con ellos. – Dijo Miriam molesta con sus amigas.
-          Vamos a ver Miriam, que os quede claro que nosotras sabemos muy bien lo que nos hacemos. Preocuparos vosotras de no ir juzgando a la gente cuando no la conoces. – Dijo Diana.
-          Eso, que no se las veces que hemos tenido que pedirles perdón por vuestro comportamiento de niñas pequeñas. – Dijo Rebeca.
-          Me da pena por los chicos, que han tenido que aguantar que les humilléis y vuestras malas caras, yo en su lugar os hubiera mandado a la mierda. – Se quejó Sheila. – Mirad, nosotras tres no queremos discutir con vosotras pero entended que esos chicos han sido respetuosos y nos han dado razones de sobra que son buena gente. ¿Por qué sois tan cabezotas? ¿Por qué no miráis y valoráis como son en realidad?
-          Sheila lleva razón. – Dijeron las gemelas.
-          Pero nosotras dos lo estamos haciendo por vuestro bien, son unos descarados por invitarnos a tomar algo con ellos, a demás no les vamos a volver a ver, olvidaos de ellos. – Dijo Virginia a lo que Miriam asintió.
-          Sois tan cabezotas como siempre. – Se enfadaron Sheila y Diana.
-          Chicas, mañana hablamos anda, esta es nuestra parada. A las 10:00 en mi casa, ¿ok? – Dijo Rebeca.
-          Ok! – Dijeron las otras cuatro al unísono

Sin darse cuenta habían llegado a la parada en la que tenían que bajarse. Se despidieron y se fueron cada una a su casa. Miriam y Virginia seguían tan cabezotas como siempre, esos chicos no las daban buena impresión.
Había sido una buena tarde para Rebeca, Diana y Sheila, sin embargo, Miriam y Virginia iban a hacer todo o posible para que las otras se dieran cuenta que ellas llevaban razón aunque no la llevaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario