domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 1


-          ¡Vamos Diana, sólo faltas tú! – Gritó Virginia.

Esa noche iba a ser especial para las cinco. Era el cumpleaños de las gemelas Diana y Rebeca y se iban de fiesta a celebrarlo. Miriam, Diana, Rebeca, Virginia y Sheila llevaban juntas desde muy pequeñas y jamás se habían separado, eran las mejores amigas que podían tener.
Las cinco delante del espejo dijeron al unísono:

-          ¡Perfectas!

Cogieron sus abrigos y sus bolsos y salieron de casa de Miriam. Habían preparado una fiesta en un local que había en su pequeño barrio con todos sus compañeros.  Allí celebraban el cumpleaños de las gemelas y a su vez la fiesta que celebraban todos los años cuando terminaban las clases.
Estuvieron un rato en la fiesta pero se empezaban a aburrir y decidieron irse a casa y celebrarlo las cinco juntas al día siguiente.

A la mañana siguiente, a las 12:00 quedaron en la entrada del metro para irse por el centro de compras.  Iban a pasar todo el día juntas celebrando como se merece, el cumpleaños de Rebeca y Diana.  Después de comer en el Burger, se fueron a jugar a los bolos. Preparadas para la partida, al llegar a la pista que les correspondía, vieron a cinco chicos que estaban en su pista. Miriam, que era la más atrevida de todas, mientras que las demás fueron a decirle a la chica que esa pista ya estaba ocupada, les dijo a los cinco chicos:

-          Eh! Vosotros! Esta pista es la nuestra, quitaos de aquí.

Los chicos extrañados la miraron y un rubio con un gorro la dijo:

-          Te estás equivocando guapa, esta nos la han asignado a nosotros. Así que la que te tienes que quitar de aquí eres tú.

Las demás chicas vinieron y la dijeron:

-          Miriam déjalo, nos han dado esta qué está al lado.
-          Bueno, vale. Por esta vez se libran que si no, la lío.

Se prepararon y empezaron a jugar.  Los chicos las miraban extrañados. Miriam qué les vio como las miraban, sin cortarse ni un pelo les dijo:

-          Eh! ¿Miráis algo? ¿Queréis una foto para que os dure más?
-          Vale, Miriam déjales tranquilos. Ya bastante les hemos molestado con lo de la pista. – Dijo Sheila para calmar a Miriam.
-          No tranquila, no pasa nada. No nos ha molestado. La verdad es que os estábamos mirando porque nos ha parecido extraño lo de las pistas. – Dijo uno de los chicos con acento andaluz.
-          Ah, lo sentimos. Se habían equivocado las chicas de la recepción. – Dijo Rebeca.

Virginia que no se había fijado en los chicos ni en lo que estaba pasando, levantó la mirada y al ver que las demás estaban hablando con los de la pista de al lado, fue y al verles les dijo:

-          ¿Qué ha pasado? ¿Os han dicho algo estos figurantes?
-          Virginia, no han hecho nada. Mejor sigue a tu rollo que no te estás enterado de nada. – Dijo Diana.
-          Vale, ¡pues como las digáis algo os la veréis conmigo! – Les dijo Virginia mirándoles con cara de enfado.
-          No tranquila, esta movida la habéis empezado vosotras diciéndonos que nos fuéramos de aquí que esta pista era la vuestra y al final ha resultado que las que os teníais que ir erais vosotras.  – Dijo el otro rubio de los chicos.
-          Bueno vale, dejemos el tema.  - Dijo Rebeca.

Y sin decir nada más, cada uno continuó con su partida. Cuando acabaron sus partidas,  uno de los chicos las dijeron:

-          ¿Os venís? Os invitamos a tomar algo, y así solucionamos el conflicto de antes.
-          Y a parte de idiotas, descarados. – Dijo Miriam.
-          Miriam, ¿por qué no les dejas tranquilos de una vez? – Dijo Diana que empezaba a estar molesta con el comportamiento de Miriam.
-          Bueno, ¿Qué decís?, ¿os venís? – Dijo el chico que tenía acento andaluz.

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