domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 20

El tiempo pasaba y llegó la Navidad. Los ocho decidieron pasar la noche de Nochevieja y Año Nuevo juntos en casa de las tres chicas.
Las chicas, prepararon una deliciosa comida y se arreglaron para celebrar el Año Nuevo con los chicos. 
Los chicos se pusieron sus trajes y fue a casa de las chicas. Cuando llegaron, David dijo:
- ¡Qué guapas! 
- Gracias dijo Rebeca
- ¿Y nosotros? ¿Qué tal? - Dijo Álvaro imitando a los modelos.
- Feos, muy feos - Dijo Sheila de broma.
- Ah, bueno pues esperadme que voy a mi casa y me pongo el chándal. - Contestó Dani
- ¡NO! Ni se te ocurra. Estáis preciosos. - Dijo Sheila entre risas.
- Carlos, que calladito está hoy, ¿qué te pasa? - Preguntó Diana
Carlos, en su mundo y embobado mirando a las chicas, dijo:
- ¿Eh? A mí no me pasa nada.
Se sentaron todos a ver la tele esperando la hora de cenar. Mientras que veían la tele, Carlos empezó a cantar:
- Yo quiero marcha marcha, tú quieres ¡MARCHA!
- Carlos, ¿qué te ha dado? - preguntó Diana riéndose
- Nada, quiero marcha ya lo he dicho.
Todos comenzaron a reírse, iba a ser una buena salida y entrada de año.
Los ocho tuvieron una cena agradable y por suerte, ninguno se atragantó con las uvas. Tras terminar de comer las uvas, se escuchó a gritos:
- ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!
Empezaron a  celebrar el año nuevo con un increíble fiesta en casa de las chicas. Había comida, bebida y sobretodo mucha música. 
Las chicas no pararon de bailar con los chicos. Sheila y Blas, se fueron a la habitación de Sheila, querían tener un momento a solas y nadie les molestó.
Los demás habían bebido más de lo normal e iban un poco borrachos pero aún así sabían perfectamente lo que hacían. David preguntó:
- ¿Os venís a dar una vuelta? 
Carlos, dio un giro sobre sí mismo y dijo:
- Ale, ya está. ¿Algo más muchacho de Granada?
Todos se empezaron a reír. Álvaro y Dani, dijeron al unísono:
- Venga vamonos a la calle.
- Yo me apunto - Añadió Rebeca.
David, Álvaro, Dani y Rebeca se fueron a dar una vuelta por el centro. Carlos y Diana se quedaron solos, ya que Blas y Sheila, al final decidieron irse a casa de Blas. 
Bajaron un poco la música y se quedaron hablando y riendo. Sentados uno frente al otro, sin decir una palabra se fueron acercando mientras que se miraban fijamente a los ojos. Sus bocas quedaron a pocos centímetros, y bajo los efectos del alcohol, se dieron un dulce beso.
Ninguno de los dos se apartó, los dos querían seguir besándose y así hicieron. No les importó nada más, los besos eran apasionados, dulces, tiernos...
Tras un rato de mucha pasión, Carlos y Diana se miraron a los ojos. ¿Qué acababa de pasar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario