domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 14


Al día siguiente Rebeca llamó a Miriam y quedó con ella en la fuente grande del parque cercano a su casa a las 18.00h.
A eso de las 17.30h en el parque estaba esperando los chicos. Se sentaron en uno de los bancos cercanos a la fuente para que Miriam les viera.
Entre risas vieron que se acercaba y Sheila susurró:
- Preparados.

-Hola chicos, ¿me podéis escuchar un momento? - dijo Miriam.
- Si es para insultar, te lo ahorras - dijo David.
- No queremos más problemas - añadió Álvaro.
- Quería pediros perdón por trataros como os he tratado. Con esto no pretendo ser vuestra amiga, simplemente me sentía mal por todo lo que os he dicho. Lo siento.
Se miraron entre los chicos y Carlos dijo:
- Perdonada.
- Con esto no queremos decir que vayamos a hablarte como si nunca hubiese pasado nada, pero valoramos tus disculpas - dijo Blas.
- Vale, pues sólo era eso. Gracias - se despidió Miriam mirando a Dani.
Tras alejarse Miriam, Carlos soltó:
- ¿Has visto cómo te mira? Eso es amor y lo demás son tonterías.
Todos se empezaron a reir con las ocurrencias de Carlos.
Blas no paraba de mirar a Sheila y cuando ella le miraba, apartaba la vista. Sheila hacía lo mismo pero no se atrevía a hablarle.
A los 5 minutos, Rebeca recibió un whatsapp de Miriam.
Miriam: Rebeca me das el número de Dani?
Rebeca se lo enseñó a los demás y le dio el número.
Al día siguiente, Miriam llamó a Dani y le dijo que la gustaría decirle algo pero prefería en persona. Dani contestó que se veían esa tarde pero que iría con los demás.
A la tarde quedaron los ocho y acordaron que cuando Dani 'se subiera los pantalones' le llamarían por si pasaba algo con Miriam.
Al rato apareció Miriam. Se acercó, los saludo y dijo:
- Dani, ¿podemos hablar un momento a solas?
- Vale.
Se apartaron de los demás y se sentaron en un banco. Los demás les miraban con atención.
- Dani, necesito decirte algo. No sé si a ti te pasará lo mismo...
- Dime.
- Sé que no me he portado bien contigo y todo eso, pero me... me gustas.
- ¿De verdad?
- Sí. Y me gustaría poder escuchar que sientes lo mismo por mí, pero sé que eso es imposible.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque jamás te fijarías en una chica que te insulta sin conocerte.
- Te equivocas... tú a mí también me gustas.
Antes de que Miriam pudiera contestarle, Dani se subió el pantalón y se escuchó a Álvaro gritar:
- ¡Dani! ¡Nos vamos ya, corre!
Dani se dió la vuelta y antes de irse dijo:
- Mañana quedamos y lo hablamos. Luego te llamo.
Miriam se quedó sentada en el banco con una sonrisa de oreja a oreja. No se podía creer lo que le acababa de decir ese rubio con ojos azules que la volvía loca.

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