Capítulo 12

Los cinco chicos esperaban atentos a que las chicas les explicaran el plan.
 - Todas las veces que nos hemos cruzado con Miriam y Virginia desde que nos dieron a elegir entre ellas o vosotros, nos han insultado y humillado. Ahora es nuestro turno de devolverlas lo mal que nos hemos sentido. - Explicó Diana.
 - Miriam está coladita por Dani y hemos pensado que las podríamos vacilar. - Continuó Sheila.
 - ¿Vacilar?¿Cómo? - Preguntó David.
 - Dándola esperanzas y razones de que a Dani le gusta ella, y luego , cuando quiera quedar, contarlas la verdad. - Explicó Diana.
 - No lo entiendo - Dijo Álvaro.
 - A ver, nosotras las decimos que a Dani le gusta Miriam, que quiere hablar con ella pero que como cada vez que se han visto, le ha insultado no sabe cómo hablar con ella. Una vez que ella os pida perdón, y le diga a Dani lo que siente, la decimos que todo ha sido una broma. - Explicó Rebeca.
 - Sé que es cruel por nuestra parte hacerlas esto pero se lo merecen. - Añadió Sheila.
 - Por mí vale - Dijo Álvaro.
 - Y por nosotros - Dijo Blas en nombre de Carlos, de David y de él.
 - ¿Y tú Dani? Todo depende de ti. - Dijo Diana.
 - Perfecto, tengo ganas de devolverlas todo lo que nos han hecho. - Contestó Dan.
Los cinco chicos sonrieron ante el plan que habían pensado las tres chicas. Sin duda, Sheila y las gemelas, Rebeca y Diana, se habían provocado un giro de 180º en la vida de ellos y por ellas harían cualquier cosa.
Pasaron la tarde juntos, divirtiéndose como cada día que pasaba. Sheila se ofreció a ir a comprar algo:
 - Chicos, voy a comprar algo, ahora vengo.
 - Te acompaño - Dijo Blas.
Se fueron los dos juntos pero antes de llegar a la tienda a la que iban, Blas agarró del brazo a Sheila y dijo:
 - Sheila, te quiero. necesito saber si sientes lo mismo por mí. Sé que dijimos que nos pensaríamos estos, pero yo no puedo esperar más, dime...¿Quieres empezar una relación conmigo?
 - Blas, lo siento, necesito pensar. Con todo esto que ha pasado no he podido pensar en nada más.
Sin dejarla terminar, Blas la dio un cálido beso en los labios. Sheila se apartó y pidió:
 - Blas, no me lo pongas más difícil, por favor.
...