domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 19


Los días pasaban, se acabó el verano, los chicos empezaron las clases y las chicas, empezaron a trabajar. Los ocho había pasado los mejores tres meses juntos. Aunque intentaban verse más a menudo, el trabajo y las clases no se lo permitían, aun así quedaban todos los fines de semana para verse. En todo ese tiempo no volvieron a saber nada de Miriam y Virginia, aunque sabía que cualquier día se las podrían encontrar, no pasó y los antiguos amigos de las chicas no sabían nada de ellas, no las volvieron a ver y tampoco se las encontraron. Una nueva vida acababa de empezar para los ocho.
Llegó el invierno, la amistad continuaba y la relación entre Blas y Sheila estaba en su mejor momento, estaban hechos el uno para el otro. Un día, las chicas sin contar con los chicos, tomaron una importante decisión, se fueron a un piso del centro cerca de las casa de los chicos a vivir las tres juntas, tenían ayuda de sus padres pero casi todo lo habían conseguido ellas solas. Cuándo ya llevaban dos semanas viviendo juntas sin que se enterasen los chicos, les prepararon una sorpresa.
Cómo siempre hacían, quedaron los ocho en la cafetería y tras estar un rato allí, Diana dijo:
- Chicos, tenemos una sorpresa para vosotros.
- Creemos que os va a gustar mucho - Añadió Sheila.
- ¿El qué? - Preguntó Carlos
- La sorpresa, Carlos. - Dijo Rebeca
- Ah, vale. - Contestó Carlos.
- ¿Y qué es? - preguntó Blas abrazando a Sheila por detrás.
Sheila se dio la vuelta y le dio un dulce beso en los labios.
- A ver, tortolitos, atentos. A ver que sorpresa nos han preparado estas tres locas. - Dijo Álvaro
- Tomad, taparos los ojos y dejaros llevar. - Dijo Diana
- No será nada sexual, ¿no? - preguntó David.
- No estamos tan desesperadas machote. - Dijo entre risas Diana.
Los chicos se taparon los ojos y las chicas les guiaron hasta su nueva casa. Ellos, no pararon de quejarse durante el camino y cuando llegaron Rebeca dijo:
- Ale, quitaros el pañuelo pesados.
Ellos se quitaron el pañuelo de los ojos y lo que vieron fue un precioso salón con un enorme cartel que decía:
     " BIENVENIDOS A NUESTRA NUEVA CASA"
Álvaro, alucinado, dijo:
- ¿Qué quiere decir esto?
- ¿Os habéis comprado este piso?- Preguntó Dani
- Hemos querido venirnos a vivir las tres juntas a un piso más cerca de los vuestros y así poder vernos más a menudo- Explicó Sheila
- Llevamos dos semanas viviendo aquí, ¿os gusta como ha quedado? - Preguntó Rebeca
- Preciosa, ¿pero dónde está el baño? - preguntó Carlos
- ¿Ya te estás meando? Pareces mi abuelo - Dijo Diana haciendo reír a todos.
Carlos fue al baño y los demás vieron toda la casa.
A las 22:00 decidieron bajarse a cenar al Vip's que había cerquita de la casa de las chicas. Bajando las escaleras, David se cayó y Dani se dio la vuelta y le vio tumbado en el suelo riéndose. Carlos, que se dio cuenta, preguntó:
- David, ¿que haces ahí tumbado?
- Que tenía sueño y quería dormir un rato, no te fastidia... - Dijo David.
- Carlos, que se ha caído y nos lo hemos perdido - Dijo Dani
- David, repítelo anda - Dijo Carlos mientras que David se levantaba
- Una mierda, venga vamonos que los demás no esperan.
Cuando llegaron abajo los demás les estaban esperando y David dijo:
- ¿Qué pasa que me caigo y nadie se entera?
- ¿Que hablas? - Preguntó Blas.
Que me he caído y no os habéis dado ni cuenta - Explicó David
Y entre risas se fueron los ochos a cenar.

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