viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 44

El verano llegó a su fin, las chicas sólo trabajaban por la mañana, así que podían verse con los chicos por las tardes. 
Los días pasaban y,  Carlos y Diana seguían con su relación, se querían mucho mutuamente y nadie ni nada podría separarlos. Álvaro habló con Sheila, no quería meterse en su relación con Blas, lo que pasó fue una tontería, ella quería a Blas y debían estar juntos.
Blas y Sheila, quedaron una tarde a solas y solucionaron las cosas, aunque Blas se enfadó por lo que pasó con Álvaro, parte de culpa la tuvo él por tratar así a Sheila, no podía decirle que eso se acababa ahí y que le olvidase, estaba enamorado de Sheila y seguiría con ella. 
Cada vez que se veían  disfrutaban de estar los ocho juntos. Una tarde, estaban en el parque dando una vuelta y se encontraron con Virginia, Miriam y Manu. Se avecinaban problemas.
- Mirad a quién tenemos por aquí, ¿son los repelentes no? - Dijo Miriam.
- Joder, tío, no sabía que los perros hablaban. - Dijo David.
- ¿A quién has llamado perra? - Preguntó Virginia buscando problemas.
- A tu amiguita, la que nos llama repelentes. Y ahora si no te importa, no quiero que me llamen loco por hablar con lagartijas asquerosas. - Respondió David con chulería.
- ¿Con qué esas tenemos no? - Dijo Manu.
- Manu, siempre que venís buscando problemas, acabáis mal vosotros no nosotros, así que por favor, déjanos en paz.- Dijo Dani
- La otra noche, parecía que Rebeca disfrutaba con mi culo.
- Ay no me lo recuerdes, que sólo de pensar que le he tocado el culo a un cerdo se me revuelve el estómago. - Dijo Rebeca.
- Oye, cambiando de tema, ¿qué te has hecho en el pelo? Pareces un pollo. - Dijo Sheila.
- ¿¡Cómo!? - Dijo Manu
- Que aprendas a teñirte, que ese amarillo pollo hace daño a la vista. - Dijo Carlos.
- No vamos a caer en vuestro juego, estamos hasta las narices de que busquéis problemas y siempre acabemos perjudicados nosotros. Este juego se acabó. - Dijo Miriam.
- ¿Encima nos echas las culpas a nosotros? ¿Pero quién te has creído que eres? Sois vosotros los que cada vez que nos véis, empezáis a insultar, estamos hartos. - Dijo Álvaro.
- Nuestro juego se acabó hace mucho. Vosotros sois los que seguís con él. Si nos insultáis nos defendemos. Y ahora, adiós, no queremos seguir viéndoos las caras. - Dijo Blas.
lO ocho se fuern y siguieron disfrutando de la tarde. Álvaro y Blas arreglaron su problema, David y Dani hablaron Rebeca, y quedaron en que no volvería a pasar, que ella estaba muy borracha y no sabía lo que hacía.
Los días pasaban, su amistad seguía en pie. Últimamente se veían muy poco, las chicas siempre decían de quedar pero los chicos ponían escusas para no ir. Las chicas empezaron a preguntarse que qué les pasaba, pero no encontraban ninguna solución. Diana llamó a Carlos:
- ¿Carlos? Necesito hablar contigo.
- Ahora mismo no puedo cariño, luego te llamo y hablamos.
¿Qué estaba pasando?

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