martes, 9 de julio de 2013

Capítulo 48

Los días pasaban, se acercaba la hora de volver a Madrid. Decidieron volver el día 30 por la noche y el día 31 irían a la fiesta de las madres de las chicas. Una noche, Rebeca dijo:
- Chicos, no queríamos deciros nada para no arruinaros las vacaciones, pero la fiesta la organizan nuestras madres con las madres de Miriam y Virginia, así que esas dos petardas, también estarán en la fiesta.
- No pasa nada, mientras que no venga a molestar, todo perfecto. Sabemos que vuestras madres se siguen hablando con las de ellas y hasta que nosotros aparecimos, os llevabais bien con ellas. Puede que nosotros tengamos parte de culpa. - dijo Álvaro
- Para nada, ellas son las únicas culpables. Este tema yo lo hablamos, y todo quedo claro. Ni se os ocurra sentiros culpables. - Dijo Sheila.
- Vale, chicas gracias por todo, de verdad. - Dijo David.
- A vosotros por cambiarnos la vida - Dijo Rebeca.
- Carlos, ¿puedo pedirte una cosa? - Dijo Diana.
- ¿Matrimonio? - Dijo de broma Dani
- No, tonto, es otra cosa. - Dijo Diana
- Dime cariño.
- Mi madre aun no sabe nada de nuestra relación.
- ¿Quieres que disimulemos?
- No, que te venga conmigo para presentarte a mi familia cómo mi novio.
Carlos se quedó en silencio. Rebeca, se quedó alucinada, nunca pensó que su hermana iba a ser capaz de hacerlo, pero por fin, se ha decidido.
- ¿Qué? ¿Te parece bien?
- Claro que si, cariño. Pero yo soy muy vergonzoso, lo sabes. 
- No importa.
Carlos le dio un dulce beso y siguieron disfrutando todos juntos de sus últimos días allí.

Llegó el día 30, cuándo acabaron de hacer las maletas y recogieron todo, pusieron rumbo a Madrid. Volvían felices, con ganas de acabar el año juntos y seguir los años que hicieran falta unidos cómo lo han estado hasta ahora. 
Cuándo llegaron a Madrid, se fueron a descansar cada uno a su casa. Al día siguiente, por la mañana, deshicieron la maleta y después de comer, comenzaron a preparase para pasar la fiesta de Nochevieja. 
Llegaron al local y las chicas fueron a saludar a todos los conocidos. Los chicos, se sentían en centro de atención, las chicas les presentaban a todos los que conocían. Cuándo pudieron estar los ocho solos disfrutando de la noche, aparecieron Miriam y Virginia. Las madres de Sheila y de las gemelas, se acercaron dónde estaban los ocho y dijeron:
- Chicas, acaban de llegar Miriam y Virginia, os están buscando. 
- No queremos. - Dijo Diana
- ¿Cómo?
- Pues eso mamá, el verano del año pasado, conocimos a estos cinco chicos, como ya sabéis, y esas dos brujas se enfadaron con nosotras. No nos hablamos con ellas, y durante un año, nos han estado haciendo la vida imposible. - Dijo Diana
- Eso no puede ser verdad, ¿y el viaje?
- ¿No os han dicho nada? No han ido. Nosotras invitamos a ellos a que se vinieran con nosotras, y nosotras nos fuimos con ellos. Mamá, ya os contaremos todo lo que ha pasado. Disfrutemos de la noche. - Dijo Sheila.
La noche continuó y los ocho siguieron disfrutando de la fiesta.

 " Tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin, tin ¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!" - Se escuchó en el local.

Un nuevo año comenzaba, los ochos se abrazaron llenos de alegría. Siguieron con la fiesta, pero Blas dijo:
- Chicas, tenemos una sorpresa para vosotras.
- ¿Qué dices? - Dijo Diana
- Lo que oyes cariño, una sorpresa para las tres. - Dijo Carlos
- Pero os la vamos a dar mañana por la tarde, osea hoy. - Dijo Dani
- Disfrutemos de la fiesta, esta tarde os pasamos a buscar. - Dijo Álvaro.
- Vale, perfecto. - Dijo Rebeca - pero nosotras no tenemos nada para vosotros.
- Tranquila, no queremos anda a cambio.
- Ay! ¡Qué nervios!

Las chicas esperaban ansiosas a que llegara la tarde, ¿qué sorpresa habrían preparado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario